Una vuelta más a la ciencia ficción y bien lograda. Rian Johnson es el director de esta película futurista, cuyo mayor logro hasta ahora es haber dirigido tres capítulos de Breaking Bad. Y la verdad que su trabajo en esta película es remarcable y consigue una obra que merece tener un lugar entre las numerosas listas que se hacen sobre mejores películas de ciencia ficción.
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Nos presenta un mundo ambientado en el 2044 pero que no ha evolucionado como algunos podrían esperar, sino que nos encontramos un planeta con graves problemas sociales en el que existe cierto porcentaje de población con poderes telequinéticos. Poderes sí, pero no os imaginéis nada por el estilo a los X-Men o algo parecido.
En el 2074 se han inventado los viajes temporales, utilizados por bandas criminales para mandar a sus víctimas al pasado para ser ejecutadas por 'loopers'. Y Joe (Joseph Gordon-Levitt) se encuentra entre estos asesinos a sueldo. Para este papel, Joseph Gordon se muestra con varias prótesis en la cara para asemejarse a su 'yo del futuro', Bruce Willis.
En el momento que Joe se recibe a su yo del futuro para ser ejecutado es cuando empiezan todos los problemas. No cierra el bucle como dicen los 'loopers' y comienza una serie de persecuciones y sucesos bien conseguidos.
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Es difícil hablar más de la película sin destripar la verdadera trama pero la historia está bien entrelazada y la relación entre presente y futuro estará siempre visible durante el film. Joseph Gordon-Levitt sigue creciendo como actor aunque en esta película no destaque demasiado y Bruce Willis es Bruce Willis, así que sobran las palabras. Por otro lado, Emily Blunt y Jeff Daniels completan el reparto junto a un magnífico Pierce Gagnon de 8 años.
Sin duda una película del género que merece estar considerada y que sin duda crecerá con el paso de los años.
6,5/10